El carsharing (o coche compartido) es una opción de movilidad que permite usar un vehículo cuando se necesite sin hacer frente a costes y demás elementos del régimen en propiedad. El automóvil pasa de ser un producto a un servicio y privilegia el valor de uso frente a la posesión.
Lo que pretende es modificar los hábitos de movilidad, por medio de la gestión ciudadana de vehículos poco contaminantes para conseguir reducir el número de coches, mejorando el tráfico rodado y los desplazamientos, haciendo los territorios más habitables y, en definitiva, facilitando la vida de las personas.
Sus características fundamentales se podrían resumir:
- Alquiler por breve espacio de tiempo: normalmente los costos del carsharing se aplican por horas o kilómetros, haciendo que los desplazamientos cortos sean más económicos.
- El usuario gestiona completamente el servicio: realiza la reserva y recoge y devuelve el vehículo en persona.
- Es un servicio llave en mano: el precio final incluye seguro, combustible, mantenimiento, etc.
- Sus usuarios se asocian previamente a la Cooperativa que decide los precios por uso del servicio
Ventajas del Carsharing
- Movilidad sostenible. Permite descongestionar el tráfico. El hecho de poder compartir un vehículo y utilizarlo sólo cuando realmente lo necesitas, supone un ahorro de combustible y, por tanto, reducción de las emisiones de CO2.
- Coste. El carsharing reduce la flota total de vehículos lo que también supone un ahorro en costes de fabricación y mantenimiento.
- Gestión. El carsharing va acompañado de una aplicación especial para la gestión que facilita el seguimiento del alquiler del vehículo.
- Inversión. Evita el endeudamiento. El alquiler supone una alternativa eficaz frente a la compra y posibilita dedicar los excedentes ciudadanos a invertir en cosas más útiles como producir nuestra energía renovable a través de iniciativas como Eh!Co!Solar.
- Flexibilidad. El carsharing permite utilizar el vehículo solo durante el periodo que necesites.
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Tipos de Carsharing
Hay distintos tipos de carsharing que responden a modelos muy distintos, tanto en su planteamiento como en la necesidad de recursos.
Atendiendo a su forma de operar tenemos:
Coche compartido ida y vuelta: MODELO EH!CO!CHE
En este modelo el usuario recoge su vehículo en una estación concreta y lo devuelve en la misma. El vehículo se reserva previamente, estableciendo el lapso de tiempo que va a ser utilizado. Es muy simple de operar y requiere poca inversión comparándolo con otros modelos. En el caso de EH!CO!CHE toda la gestión se realiza a través de una app que nos proporciona The Mobility Factory (cooperativa europea de segundo grado).
A través de encuestas se determinará la localización de bases más adecuada en función de las necesidades de los socios. Estos se organizan como Comunidades alrededor de la ubicación de un coche concreto, normalmente por barrios o pueblos.
Coche compartido unidireccional, con varias estaciones base (Ej. bicis municipales de Zaragoza)
La diferencia con el anterior es que permite recoger un vehículo en una base y devolverlo en otra diferente, sin tener que definir el tiempo de uso, aunque se necesita realizar la reserva con antelación.
Los gastos de esta modalidad son más elevados que en la primera, ya que el espacio de parking debe de permitir el doble de coches para garantizar la fluidez y requiere un estudio complejo de la localización de las bases, ya que pueden existir bases en las que haya gran demanda pero no ser destino habitual y viceversa.
También requiere una redistribución periódica de los vehículos.
Coche compartido flotante. Sin estación base (Ej. patinetes que se alquilan en Zaragoza y se dejan en cualquier parte)
Es un modelo más flexible ya que el vehículo se puede encontrar a lo largo de una zona de la ciudad, pudiendo devolverlo donde se desee, no existen bases fijas y la app informa de la localización del vehículo más cercano en cada momento.
Los gastos generados son superiores a los otros dos modelos.
Coche compartido igual a igual
Los usuarios cogen el vehículo del propietario de un vehículo privado. Es una opción que exploraremos en una segunda fase y se basa en la cesión de vehículos de los socios para su utilización por la cooperativa en los periodos de tiempo que no los utilizan.